María de las Nieves Pérez Verdú
Directora del Observatorio de Protocolo
Constanza Business & Protocol School
El pasado 21 de julio, Bélgica celebró su Día Nacional. Como viene sucediendo desde los últimos dos años, fecha en la que el Rey Alberto II de los Belgas abdicó en su hijo Felipe estos actos vienen presididos por el nuevo monarca, que ha dado a la institución la continuidad que necesitaba.
Los actos de celebración comenzaron el día anterior. El 20 de julio por la tarde, el Rey Felipe y la Reina Matilde acompañados por la Princesa Astrid y su marido el Príncipe Lorenzo presenciaron el concierto “Preludio del Día Nacional” que tuvo lugar en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y fue interpretado por la Orquesta Nacional de Bélgica. El concierto marca el comienzo de los actos. Desde la abdicación, los Reyes Alberto y Paola ceden todo el protagonismo a su hijo, el Rey Felipe y actual Jefe del Estado de los Belgas, y a su familia, aunque sin duda continúan siguiendo desde muy de cerca estos actos. Lo que también está claro es que en este día tan señalado la Familia Real de los Belgas al completo echará mucho de menos a la recientemente fallecida Reina Fabiola, la Reina proveniente de España y que supo conquistar el corazón del pueblo belga (11/junio/1928 – 5/diciembre/2014).
Al día siguiente por la mañana, es decir el mismo día 21 de julio, el Rey Felipe acompañado por su familia estuvo presente en el Te Deum o Misa de Acción de Gracias en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. La tradicional ceremonia fue oficiada por el Arzobispo Andrés-José Leonardo, y al finalizar la misma, los Reyes acompañados de sus cuatros hijos la Princesa heredera Isabel, el Príncipe Gabriel, el Príncipe Enmanuel y la Princesa Leonor saludaron a la multitud que se agolpaba a las puertas de la Catedral de Bruselas. Tal y como marca el protocolo, el Rey vistió el Uniforme de Gala del Ejército, mientras que la Reina y sus hijos lucieron elegantes conjuntos, los dos hijos varones lucieron trajes de chaqueta en tono oscuro y al igual que su padre los acompañaron de corbata oscura y camisa blanca. La Reina Matilde lució un traje corto y como complementos eligió una gran pamela y un pequeño clutch, y las pequeñas sendos vestidos en rosa.
Por su parte, la Princesa Astrid y su marido el Príncipe Lorenzo acudieron a la Misa Te Deum en la Catedral de Nuestra Señora en Amberes. Y el Príncipe Laurent y su esposa la Princesa Clara acudieron a la Iglesia Colegiata de Santa Waudru en Monsand y tras el servicio fueron recibidos en los jardines del Ayuntamiento. Es habitual en el conjunto de la Familia Real de los Belgas, que los hermanos del Rey acudan con sus respectivas parejas a celebrar esta Misa Te Deum en otras ciudades belgas. De este modo, la Casa Real de los belgas tienen representatividad en diferentes lugares del país.
El desfile militar del Día de la Fiesta Nacional tuvo lugar por la tarde en la Place des Palais donde el Rey Felipe pasó revista a las tropas, y a última hora de la tarde los Reyes de los Belgas visitaron el stand de “Fete au Park” en el Parque de Bruselas.
Por último las celebraciones finalizaron con unos fantásticos fuegos artificiales en la Place des Palais de Bruselas.
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