El Rey ha muerto… ¡Viva el Rey!

Vivimos
tiempos modernos y la historia, también se moderniza. Las palabras “El Rey ha
muerto… ¡Viva el Rey!”, tantas veces escuchadas a lo largo de la historia y tan
cargadas de significado, parecen dejar paso a otras nuevas. Y es que en la
actualidad, en las más altas instituciones, vemos como los jefes de estado
deciden abdicar sus coronas o renunciar a sus cargos, lo cual plantea una nueva
serie de disposiciones y situaciones nunca antes vistas en el pasado.
Por
ejemplo, en la Casa Real holandesa, durante el último siglo y medio, sí que
hemos presenciado como las soberanas reinantes, SS.MM. las Reinas Guillermina,
Juliana y Beatriz, tras cumplir un tiempo prudencial regentando la jefatura del
estado, han abdicado la corona en sus primogénitos. Tras lo cual, han vuelto a
ostentar el título que ya poseían antes de convertirse en reinas. En la
actualidad, la que fuera la soberana de los Países Bajos, S.M. la Reina
Beatriz, ha recuperado su antiguo título y tratamiento de S.A.R., Princesa
Beatriz, y convive con el actual soberano, su hijo, S.M. el Rey
Guillermo-Alejandro.

En
el Estado Vaticano, tras la sorprendente renuncia del Papa Benedicto XVI al
ministerio petrino, hoy en día conviven dos Papas: S.S. el Papa Benedicto XVI
quien ostenta el título de Papa Emérito, y el actual pontífice y Obispo de
Roma, S. S. el Papa Francisco.

De
nuevo en el centro de la Unión Europea, en el Benelux, tenemos el ejemplo de
Bélgica. Esta nación, soberana desde 1830, por primera vez en su historia ha
visto como su rey, S.M. el Rey Alberto II, abdicaba en su hijo S.M. el Rey
Felipe de los Belgas. Y en la actualidad, al contrario que en su país vecino,
conviven dos reyes, uno regente y otro que conserva el título sin ejercer la
jefatura del estado.

Es
el mismo caso que el español, donde S.M. el Rey D. Juan Carlos I, abdicó la
corona en su hijo, el actual Rey Felipe VI, y en nuestro país conviven hoy dos
reyes, uno regente y otro no reinante.

Si
lo pensamos bien, es todo un privilegio disponer de nuevos soberanos regentes,
sin tener que haber pasado previamente por un funeral de estado. Desde
Constanza Business & Protocol School deseamos larga y feliz vida a quienes
un día tuvieron sobre sus hombros una gran responsabilidad y hoy pueden
observar, tranquilos, como se regenta una institución sin sobrellevar su peso.
Por supuesto también se la deseamos a los actuales regentes, quienes ejercen su
título y suponen la continuidad de la institución que representan de cara a los
nuevos tiempos.

La Infanta Doña Elena ha cumplido 50 años

El pasado 20 de diciembre, uno de los miembros más
apreciados y valorados de la Casa Real Española, cumplió cincuenta años. Se
trata de la Infanta Doña Elena, hija mayor de D. Juan Carlos y Dña. Sofía. Madre
de dos hijos, gran deportista (disfruta de la vela, el esquí y la equitación
habiendo demostrado en repetidas ocasiones que es una jinete de excepción),
universitaria (tiene el título de Profesorado de Educación General Básica y
licenciada en Ciencias de la Educación) y ante todo española, hagamos un
pequeño retrato de su vida.
Doña Elena María Isabel y Dominica de Silos de Borbón y
Grecia, nació el 20 de diciembre de 1963 en Madrid, siendo sus padrinos de
bautizo la Condesa de Barcelona (su abuela paterna), y el Infante don Alfonso
de Orleáns. A pesar de ser la primogénita de los reyes, nunca ha estado en
lugar preferente para heredar la corona española, ya que cuando vivió en
directo la proclamación de D. Juan Carlos como Rey de España siendo ella una
niña de doce años, su  hermano, el
Príncipe Felipe, ya había nacido.

Y en España, hoy por hoy según se detalla en nuestra
Constitución, existe preferencia del varón sobre la mujer para reinar.


La infanta nos ha regalado momentos entrañables, como cuando
derramó lágrimas al ver desfilar al Príncipe Felipe como abanderado olímpico en
el año 1992, o como cuando olvidó pedir consentimiento a su padre antes de dar
el “sí quiero” a don Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995.

Desde su boda con don Jaime, se vio una gran evolución en su
vestuario, convirtiéndose en una mujer francamente elegante. Todos recordamos
la pamela que lució el día de la boda de 
su hermana la Infanta doña Cristina o el traje con aire goyesco que
lució en Estocolmo con motivo de los esponsales de la princesa Victoria de
Suecia, por citar alguno de sus atuendos más aplaudidos.

El 13 de noviembre del año 2007, la casa real española
anunció su separación “el cese temporal de la convivencia”, y posteriormente el
21 de enero del 2010 se confirmaría su divorcio. Tras estos duros momentos, la
infanta ejerce de amorosa y responsable madre de sus dos hijos, Felipe Juan
Froilán de Todos los Santos, y Victoria Federica. Luce como nadie los colores
de la bandera española, y no duda en presumir de los mismos siempre y allá
donde puede.

Desde el año 2008 colabora con la Fundación Mapfre,
trabajando como Directora de Proyectos culturales y sociales, y es Presidenta
de Honor del Comité Paralímpico Español desde el año 1995.
Hemos realizado un pequeño retrato de nuestra Infanta, Doña
Elena, quien desde hace dos años nos priva de su felicitación navideña,
siguiendo el último protocolo establecido en palacio desde donde han
establecido que el núcleo de la Familia Real española son los reyes, los
Príncipes de Asturias y sus hijas. En cualquier caso, y aunque figure menos en
actos protocolarios, seguro que en su corazón nos felicita las fiestas y desea
lo mejor para España y los españoles.

Desde Constanza Business & Protocol School deseamos a la
Infanta un muy feliz cumpleaños y le deseamos una muy ¡Feliz Navidad!

El controvertido retrato de la familia real danesa

Recientemente la Casa Real de
Dinamarca ha hecho público un retrato de la familia real encargado al artista
Thomas Kluge. El artista ha tardado cuatro años en culminar su obra, que tiene
por nombre ‘Kongehuset’ o traducido al castellano Casa Real Danesa. En la
actualidad el retrato está expuesto al público y puede visitarse en el Museo del
Palacio de Amalienborg hasta marzo de 2014 donde forma parte de una exposición
denominada “Retratos Reales. Tras esta fecha el retrato se trasladará al Salón
Amarillo del Palacio de Fredensborg.
La obra no está exenta de
polémica, y ha dado la vuelta al mundo. Los medios de comunicación daneses así
como la sociedad del país no han aceptado bien este retrato. Además del toque
tétrico y serio de sus personajes, si se analiza desde el punto de vista de
protocolo se trata de un retrato que mira al futuro y no hace honor a la
actualidad de la casa real del país escandinavo. Hagamos un pequeño análisis
protocolario.

En protocolo, cuando hay que
ordenar a tres personajes, tiene mayor precedencia el que se sitúa en el centro
(1º) , a continuación quien se sitúa a su derecha (2º) (la izquierda desde el
punto de vista del espectador), y por último quien se sitúa a su izquierda (3º)
(la derecha visto desde el punto de vista del espectador). Tal como se refleja
en el siguiente croquis:  
2 1 3
Es decir, que si observamos el orden de precedencias correcto
en la actual casa real danesa, el número 1 correspondería a su soberana S.M. la
Reina Margarita. El número 2 a su esposo Henri de Monpezat, príncipe consorte y
el número 3 a su primogénito y príncipe heredero, Federico.
Si analizamos el orden de precedencias expuesto en el
retrato, este dista mucho de la realidad. El número 1 lo ocupa el Príncipe
Christian, hijo mayor del Príncipe Federico quien en realidad es el segundo en
la línea de sucesión al trono, superando a su propio padre, que queda relegado
a posiciones posteriores. En el número 2 del retrato se sitúa la Reina Margarita,
a quien debería corresponderle el numero 1. Y el número 3 ha sido asignado al
príncipe consorte, esposo de la reina, quien en realidad no tiene ningún
derecho sobre la corona danesa. En realidad es un retrato muy complejo ya que
mezcla cuestiones de protocolo oficial y de precedencias del estado, con temas
sociales donde según reza el protocolo, las señoras nunca pueden ocupar las
esquinas.
Este retrato no es el primero que se realiza en la Casa Real
Danesa, ya que hace 125 años se realizó el primer retrato de familia
representando al Rey Christian IX y a la Reina Luisa junto a su familia. En
este caso, los reyes obtienen la precedencia ocupando el lugar destacado del
retrato. El retrato fue denominado Imágenes de Fredensborg y fue realizado por
la artista Laurits Tuxen.
En cualquier caso, la obra no deja de ser un retrato de
familia y como tal hay que concederle una importancia relativa. Desde Constanza
Business & Protocol School deseamos una larga vida a la actual soberana y
esperamos seguir viendo muchos retratos de esta familia real.